Adivina el Cuento: Fragmento V

Lo más seguro era seguir los dictados de Hollywood y dejar que fueran otros los que se encargasen de limpiar la mierda. Conocía a la empresa ideal: Draco Asociados. El nombre no resultaba familiar a los oídos del hombre de la calle; sin embargo, para aquellos que sobrevivían en la jungla del star system, era una de sus favoritas. Si, por ejemplo, un actor empezaba a notar que perdía su estrella, con una simple llamada de teléfono podía contratar a su propio acosador que le garantizaría salir en todas las portadas. Por un poco más de dinero podías contratar otros servicios más comprometidos. Sería menos discreto que unas gotas de mágica, pero no comportaba el riesgo del temido castigo kármico por tocar a alguien aparentemente inocente. Además, la discreción era la nota dominante en los trabajadores de la empresa. Nadie quería arriesgarse a un despido irreversible.